Hola chatines, el otro día leí este documento que no tiene desperdicio alguno, del blog de Jesús Jarque http://familiaycole.com/, el cual os recomiendo sin lugar a duda. Allí encontré esta "joya de la corona" que plasma muy bien el papel actual del profesorado en la escuela..para que luego se quejen de nuestro trabajo. Espero que os guste tanto como a mí y reflexionemos sobre el tema. Un saludo y feliz fin de semana.
Ya saben que hace años que
trabajo en la escuela como orientador y que mantengo contacto con bastantes
maestras y maestros. Sin negar que conozco una parcela pequeña, creo que me
puedo atrever a generalizar, aun con el riesgo que eso conlleva. Desde hace algo
más de cinco años, estoy observando una realidad entre los maestros y maestras
que hoy les quiero comentar.
Está creciendo cada vez
más el número de tareas que se encomienda a los maestros y maestras que además,
muy poco o nada tiene que ver con sus “competencias” profesionales o más
sencillamente, con la función que tienen que es la de enseñar y educar. A eso se
le une la presencia de actividades que interrumpen el normal desarrollo de las
clases y que solo forzando mucho la situación, se puede decir que ayudan a
desarrollar el curriculum. El problema es que esas tareas y actividades están
creciendo de tal manera, que dar clase, enseñar, está empezando a ser la
excepción. Es posible que muchos pensarán que exagero… es posible, pero es como
yo veo la realidad. Ahora les cuento.
EL PROGRAMA DE GESTIÓN
Lo primero que tienen que
hacer es dominar el programa informático de gestión de su comunidad
autónoma, donde se introducen faltas de asistencia, calificaciones, avisos a
los padres… el famoso Séneca de Andalucía, Delphos de Castilla-La Mancha y
demás. Si además el maestro o maestra trabaja en un colegio concertado, muchos
de ellos tienen su propio programa de gestión. Algunas de esas tareas se hacen
en clase, aunque la mayoría se realizan en casa, presuponiendo que todo el
mundo tiene ordenador en el hogar y línea ADSL.
ACTAS Y DEMÁS BUROCRACIA
1. Actas de reuniones: “El papeleo” ha invadido hace años a la Escuela.
Hay que invertir tiempo en redactar las actas de las reuniones de Ciclo,
interciclo, CCP, de entrevistas con padres, con alumnos… buscar a los
implicados para que firmen, volverla a repetir porque no está bien redactada. Cada
vez hay que hacer más actas y de más cosas… algún mal pensado ya no va a las
comidas de Navidad o fin de curso… por si luego hay que hacer un acta de lo
acaecido… todo se andará.
Si además te toca alguien
que institucionaliza sus manías y quiere que las hagas en determinado tipo de
letra, con el famoso marquito alrededor de la hoja que siempre se descuadra, la
cosa se complica.
En algunos centros las
actas se han convertido en la máxima prioridad y se refuerza o castiga su
elaboración. Los centros de profesores y otras entidades formativas deberían
ir incorporando en sus propuestas formativas cursos, seminarios y por qué
no, algún Máster, en redacción de actas, contando entre sus ponentes, eso
sí, con los notarios más prestigiosos del panorama nacional, no nos traigan a
cualquiera que la exigencia es mucha. Pensarán que exagero… ¿verdad?
2. Otros documentos: A las actas hay que añadir otros documentos como
el listado que cada institución, organismo o asesor de turno solicita, preguntando
una cosa diferente cada vez y algunas cosas que no sabes interpretar: me
refiero a las listas de ACNEES, de ACNEAE, con Dictamen, sin Dictamen, de
inmigrantes, con padres separados, con padres sin separar, de los alumnos
diestros, zurdos, lateralidad no definida, que la casilla 690 de la declaración
de la renta del año pasado supere determinada cantidad… todo ello distinguiendo
entre alumnos y alumnas.
Estas peticiones se suelen
hacer varias veces a lo largo del curso. Con lo cual también propongo
a los centros de profesores y otros organismos que incorporen propuestas
de formación, cursos, seminarios y Máster, sobre estadística, sociología,
trabajo social, inmigración, terapia familiar, contabilidad fiscal, porque los
maestros tienen que hacer estadísticas, hacer de trabajadores sociales y de
inspectores de hacienda.
3. La evaluación psicopedagógica: Algunos orientadores y
orientadoras aportan su granito de arena a esta situación. Si un tutor demanda
una evaluación se enfrenta a unos completísimos cuestionarios donde se pregunta
de todo. He visto alguno de esos cuestionarios y se pregunta lo mismo al
derecho, al revés, cuestiones que no solo son difíciles de responder, sino que
además no sé qué relevancia pueden tener para la evaluación. Parece que se
entregan para que el tutor se lo piense dos veces la próxima vez que se le
ocurra solicitar una evaluación.
4. Autorizaciones: Otros papeles que tienen que gestionar son, las
autorizaciones para las fotos de la página web del cole, las autorizaciones
para la salida al museo de la ciudad, la carta para informar de la
próxima charla, de la subida de la cuota del AMPA, de los que tienen
intolerancia con algún alimento o de las actividades extraescolares.
Cuando hay campaña de
recogida de documentos (que rara es la semana que no hay varias oleadas de
papeles de este tipo) es imposible dar clase la primera hora, porque la
primera hora es para recoger papeles y tachar en cada lista el que ha
entregado su papel. Las teorías neuropsicológicas de aprovechar las primeras
horas por el alto rendimiento cognitivo no importan: lo primero es lo
primero.
RECOGIDA DE IMPUESTOS
Ahí no acaba la cosa.
También hay que ser un experto tesorero, porque los maestros y maestras
tienen que recoger el euro para la campaña de “esto”, los 3 euros para
la excursión, el dinero de las papeletas de la rifa que organiza el AMPA o los
alumnos de 6º curso, o los dos juntos; los 2 euros para el regalo del día de la
madre, los tapones de plástico, los brick de leche “no pasteurizada” y mal
oliente…
Hay maestros a los que
además se les complica la cosa porque hacen de entidades de crédito y
montes de piedad cuando la cantidad es mayor: si hay que pagar 30 euros
para una excursión de envergadura, tienen que gestionar el pago a plazos de
alguna familia que “lo paga poquito a poco”. ¿Piensan que exagero, verdad?
Así que ves que los profes
llevan varios tarros donde van echando las monedas según cada cuenta y sus
listas para tachar… Cuando hay recogida de autorizaciones y recaudación de
“impuestos”, y hablamos de niños pequeños, de Infantil, por ejemplo, esa mañana hasta
el recreo no se puede dar clase. Las teorías neuropsicológicas sobre el
rendimiento “son pamplinas”.
LAS CELEBRACIONES
Sin con eso no había poco
viene el turno a las celebraciones: el día de la paz, el medio ambiente, la
seguridad vial, Halloween, el día del padre, de la madre, de la familia, el día
del árbol, el día de la tierra, la Navidad, el fin de curso, la graduación…
Todas esas celebraciones implican
disfraces, reuniones con padres a primera hora, ensayos, hacer fichas, colocar
las fichas, decoración, murales, las fotos…
Como las primeras horas
eran para recoger autorizaciones y recoger los impuestos, esto queda para
después del recreo. ¿Las clases? No importa, lo primero es lo primero… aunque
no falta quien defiende las actividades porque son básicas para aprender.
OTRAS ACTUACIONES
Por último, quedan todas
esas actividades como los Cuenta cuentos,concursos de dibujo y redacción
que organizan diferentes instituciones, marcas comerciales… también están las
miniolimpiadas, las superolimpiadas, el desayuno saludable, la fruta saludable,
el simulacro de catástrofe, las técnicas de reanimación, la evaluación de
diagnóstico, el entrenamiento de la evaluación de diagnóstico, la visita de Don
Usted o la visita de Doña Usted, que hay que preparar para que el Don o la Doña
vea qué bien funciona ese colegio.
Existes otras actividades
y tareas, pero como el narrador del Quijote… hoy no me quiero acordar de ellas.
CONCLUSIÓN
Pensarán que exagero, pero
hay colegios y hay clases, donde es raro encontrar, no solo una semana donde se
dé clase con normalidad, sino que se está llegando al punto, donde la excepción
en una mañana, es cumplir el horario establecido.
Las facultades de Educación
tendrían que replantear su formación yadaptarse a las “necesidades del mercado”.
Y ahora hablo como
pedagogo: es de sentido común. Lo sabemos los que trabajamos en la enseñanza:
que los niños necesitan rutinas y marcar un ritmo con una velocidad de crucero.
De esa forma es imposible que los niños se centren, es muy difícil que los
niños APRENDAN. Después hay problemas de conducta, de atención, de
hiperactividad, de aprendizaje…
Así que si ves a un
maestro o maestra que consigue dar clase… cuéntamelo.
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