miércoles, 27 de noviembre de 2013

Cómo adaptar un examen a ACNEES

Esta entrada no es mía, la he copiado de un blog que se llama JUSTIFICA TU RESPUESTA, pero la verdad es que es sencillamente....GENIAL! Explica muy bien cómo adaptar un examen a ACNEES, ya tengan o no adaptación curricular. ¡¡¡Espero que os guste!!

Aquellos que defendemos la Educación Inclusiva, una Educación de todos y para todos, estamos sin duda ante un gran reto y, por supuesto, ante una gran oportunidad. Reconocer la diferencia del otro permite a los docentes darse cuenta de la gran diversidad que suponen los alumnos de un grupo. En este sentido es importante darse cuenta de que esta diversidad hay que vivirla de una forma natural y no debe suponernos ningún impedimento para el buen desarrollo de nuestra actividad lectiva.
De ahí la importancia que en la Educación Inclusiva tiene lo que entendemos por adaptación curricular de los alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE). No me extenderé en este artículo hablando de las diferencias entre una adaptación curricular no significativa (R) y una adaptación curricular significativa (AC). Si queréis saber más sobre estos dos conceptos, os remito al artículo titulado Adaptación Curricular: Diferencia entre Refuerzo (R) y Adaptación Curricular Significativa (AC). A grandes rasgos, la diferencia entre una adaptación curricular no significativa y significativa viene determinada porque en la no significativa no se suprimen apartados del currículum de una asignatura, mientras que en la significativa sí se suprime parte de la programación de la asignatura y afecta directamente a la titulación del alumno.
¿Cómo podemos adaptar un examen para los alumnos con necesidades educativas especiales?
A la hora de elaborar los grupos en Primaria y Secundaria, normalmente nos basamos en criterios de paridad, rendimiento académico y, como no, alumnado perteneciente al programa de Atención a la Diversidad. Tal diversidad permite que los grupos de un mismo curso estén al menos compensados, pero implica una diversidad en otros aspectos. Pues bien, uno de estos aspectos es la de adaptar exámenes y pruebas de una asignatura. En mi caso y, atendiendo a la diversidad de todos los grupos a los que imparto clase, elaboro por cada prueba o examen tres modelos:
Modelo 1. Examen ordinario.
Modelo 2. Examen con adaptación curricular no significativa (R).
Modelo 3. Examen con adaptación curricular significativa (AC).

Lo que suelo hacer normalmente es elaborar el examen no adaptado u ordinario en primer lugar. En este tipo de examen hay por una parte un apartado conceptual de definiciones, conceptos básicos de la Unidad Didáctica y, por otra parte, un apartado procedimental, basado en ejercicios.
Una vez tengo el examen elaborado, es cuando procedo a realizar sobre ese mismo examen los otros dos exámenes adaptados, siguiendo estas pautas:

Modelo 2. Examen con adaptación curricular no significativa (R)
·         No se suprime contenido de la Unidad Didáctica.
·         Se reducen los apartados procedimentales, es decir, hay una menor cantidad de ejercicios, dado que se trata de alumnos con alguna dificultad de comprensión y con un ritmo de trabajo más lento.
·         Se adaptan los enunciados, es decir, se intenta simplificar al máximo el enunciado y se evita dar más de una instrucción en cada ejercicio.
·         Las definiciones están más pautadas y se trata de que los alumnos vayan poniendo las palabras clave de la definición entre varias opciones. En este caso se puede optar por:
·         Poner más conceptos que huecos tiene la definición.
·         Poner menos conceptos que huecos tiene la definición para que el alumno la complete.
·         Los procedimientos suelen tener un ejemplo de cómo realizar el ejercicio, para facilitar la comprensión del alumno.
·         Las preguntas abiertas vienen pautadas en el enunciado o a través de un guión previo.
·         El criterio de faltas de ortografía es más relajado que en un examen convencional.

Modelo 3. Examen con adaptación curricular significativa (AC)
·         Se suprime parte contenido del currículo de la Unidad Didáctica. La supresión del contenido suele venir consensuada por el profesor de área y el Pedagogo Terapeuta, previa coordinación.
·         Se reducen los apartados procedimentales, es decir, hay una menor cantidad de ejercicios, dado que se trata de alumnos con alguna dificultad de comprensión y con un ritmo de trabajo más lento.
·         Se adaptan los enunciados, es decir, se intenta simplificar al máximo el enunciado y se evita dar más de una instrucción en cada ejercicio.
·         Las definiciones vienen muy pautadas y el alumno debe ir rellenando los huecos de las definiciones a partir de las palabras clave que le facilita el profesor en el examen. En este caso las palabras coinciden con los huecos que debe rellenar el alumno.
·         Los procedimientos siempre tienen un ejemplo para que el alumno puede seguir un modelo.
·         Las preguntas abiertas vienen muy pautadas para que el alumno sepa en todo momento cómo y qué debe responder.

Como podéis ver la adaptación curricular tanto significativa, como no significativa, siempre se elabora a partir del examen Modelo 1. Un error muy común entre los docentes a la hora de elaborar un examen es que elaboran una prueba que en ocasiones no tiene nada que ver con el contenido de la Unidad Didáctica que se ha trabajado. Hay que dejar claro que esto no se puede considerar una adaptación propiamente dicha. Aunque el alumno tenga una adaptación muy severa a causa de su discapacidad, tanto el docente responsable del área como el Pedagogo Terapeuta deben intentar encontrar alguna relación entre lo que será capaz de hacer, aquello que se le exige y aquello que hemos trabajado en clase.

Otro aspecto que también debe quedar muy claro es que el responsable de adaptar un examen es siempre el profesor del área y no el Pedagogo Terapeuta. En este sentido hay mucha confusión y muchos docentes eluden la responsabilidad que les corresponde y la ceden al Pedagogo Terapeuta. Esto no es lo correcto. El docente, como ya he dicho, es el responsable de elaborar tanto el examen ordinario, como las otras dos adaptaciones y, en el caso que sea necesario, puede dejarse asesorar por el Pedagogo Terapeuta. Digo esto porque el docente del área es el responsable de la nota final del alumno, mientras que el Pedagogo Terapeuta es el responsable del informe pedagógico, así como de asesorar, ayudar, orientar tanto al docente como al alumno. Por último quiero insistir en que el docente, además de elaborar los exámenes adaptados, es quien debe corregir y puntuar el examen, habiendo consensuado previamente, si se cree oportuno, los criterios de calificación

Veamos ahora algunos ejemplos de lo que entendemos por adaptar un examen:
Modelo 1.
Adaptación curricular










Modelo 2. (R)
Adaptación curricular
·         Aparecen los sentidos del lenguaje no verbal y verbal entre paréntesis.
·         La definición del lenguaje verbal está comenzada.




















Modelo 3. (AC)
Adaptación curricular
·         Se suprimen los sentidos del lenguaje verbal y del lenguaje no verbal.
·         Se da la definición y el alumno debe discriminar a partir de los conceptos dados.


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